
Desde hace ya muchos años, el suministro de corriente eléctrica en los hogares se ha convertido en algo esencial. La usamos a diario tanto para cocinar, como para trabajar, estudiar… e incluso comunicarnos.
Muchas veces esta cotidianeidad hace que bajemos la guardia y no pensemos en los riesgos que puede llegar a conllevar el dejar de pensar en su uso de una forma segura. Por poner un ejemplo, entre los años 2012 y 2016 se sucedieron unos 44.880 incendios en estructuras eléctricas según datos de la Asociación Nacional de Protección contra incendios.
La gran mayoría de estos accidentes se pueden prevenir si somos conscientes de los principios básico de seguridad eléctrica en el hogar y se realiza un adecuado mantenimiento.
Es por ello que seguir una serie de consejos de uso y mantenimiento de instalaciones y aparatos eléctricos en el hogar puede evitarnos más de un susto.

Electrodomésticos y otros aparatos eléctricos
- Antes de adquirir un nuevo electrodoméstico, debemos tener en cuenta si su potencia de consumo, así como si nuestra potencia contratada con nuestra compañía distribuidora es suficiente para su uso continuado.
- Antes de desarmar, manipular o limpiar cualquier electrodoméstico o aparato eléctrico, es totalmente obligatorio desenchufarlo.
- Si un electrodoméstico no necesita de un suministro eléctrico constante, es muy recomendable desconectarlo después de su uso.
- No utilizar bases múltiples sin protección, sobre todo con electrodomésticos o aparatos eléctricos con un alto nivel de potencia de consumo.
- Evitar ubicar aparatos eléctricos cerca de líquidos o puntos de suministro de agua.