
El
Gobierno de España ha creado el Plan de rehabilitación de vivienda y
regeneración urbana como parte del proyecto España Puede. Dentro de sus
objetivos se encuentra el impulso de la actividad económica, la reducción de la
desigualdad en la distribución de la renta, el fomento de un crecimiento
sostenible y la lucha contra la despoblación y la pobreza energética. La
financiación de este plan viene de parte de los fondos Next
Generation de la Unión Europea para España, 140 mil
millones de euros, de los cuales se destinarán 450 millones a potenciar la
eficiencia energética de las viviendas.

Una acción en favor de la sostenibilidad
Dentro del Plan de rehabilitación de vivienda se pueden diferenciar tres tipos de acción. Una de ellas es el programa de rehabilitación energética de edificios, que ofrece una deducción en el IRPF a todos aquellos dueños de particulares que mejoren la eficiencia energética de sus viviendas. Para solicitarla, el propietario debe conseguir un certificado de eficiencia energética expedido por un técnico antes del 1 de enero de 2023. Esta deducción puede llegar hasta un 60%, dependiendo del tipo de reforma que se haga y la índole de propiedad.
- Para propietarios de vivienda habitual, alquilada o en expectativa de alquilar:
Se podrá solicitar una deducción del 20%, si se reduce en un 7% el consumo de calefacción y refrigeración de la vivienda. Para lograr esto se pueden sustituir las puertas y ventanas por unas con mejores prestaciones de aislamiento, además de tapar huecos entre ellas y las paredes. El propietario puede deducir un máximo de cinco mil euros por año.
Por otro lado, se podrá obtener una deducción del 40%, si se reduce en un 30% el consumo de energía primaria no renovable. Acciones que se pueden realizar en favor de este objetivo son: usar energías renovables (como, por ejemplo, la eólica), comprar electrodomésticos de bajo consumo o alumbrar a base de bombillas LED. Se pueden deducir un máximo de siete mil quinientos euros al año.

- Para propietarios de vivienda habitual, alquilada o en expectativa de alquilar:
Se podrá solicitar una deducción del 20%, si se reduce en un 7% el consumo de calefacción y refrigeración de la vivienda. Para lograr esto se pueden sustituir las puertas y ventanas por unas con mejores prestaciones de aislamiento, además de tapar huecos entre ellas y las paredes. El propietario puede deducir un máximo de cinco mil euros por año.
Por otro lado, se podrá obtener una deducción del 40%, si se reduce en un 30% el consumo de energía primaria no renovable. Acciones que se pueden realizar en favor de este objetivo son: usar energías renovables (como, por ejemplo, la eólica), comprar electrodomésticos de bajo consumo o alumbrar a base de bombillas LED. Se pueden deducir un máximo de siete mil quinientos euros al año.
- Para propietarios de vivienda habitual o no habitual:
Se podrá disfrutar de la deducción del 60%, si las obras llevadas a cabo por propietarios hacen caer el consumo un 30% o que alcanzan una calificación de consumo A o B. Entre las obras que se pueden hacer están la instalación de placas solares, ventanas aislantes o aislamiento térmico de la fachada. En este caso el propietario puede deducir máximo cinco mil euros al año, con una base máxima acumulada de quince mil euros en tres años.